Wednesday, November 22, 2006




Breves cantos de asombro
(Ernesto Flores)

I
UNA MESETA Y MUSGO
el lecho de tu vientre por mi nuca,
helecho de tu vientre germinante,
el hecho de tu vientre con mi vientre:
la chispa del contacto
en la concavidad nocturna de cometas
.Por la ventana, grillos.
En tinieblasavanza mi caricia y te desnuda,
deslizo mi caricia y te reinventa.

II
AL OÍDO ME DICES, APENAS, UN GEMIDO.
Y te me entregas, sombra, íntegra y mía,
para siempre tenue,
para siempre magnífica.
Me precipito en ti,

ligero polvo en llamas
por alguna rendija.

III
QUÉ SOMBRÍA ERES.
Entro en ti y en la gruta
y te arrojo mis voces.
Con los ojos cerrados a tientas te coloro,
submarina y nocturna.
Pero ahora los abro
y eres forma a mi alcance,
desnuda, universal,
arco iris telúrico de arcilla,
y un momento más tarde te borras para siempre.
Amada,qué sombría eres.

IV
COMO NUBES QUE AVANZAN
sobre las superficies de los campos,
mis yemas siguen por tu cuerpo terso.
Van colinas abajo
con rumbo a los barrancos.
Rebaños de blancuras
por entre arrayanales florecidos.

Valles, montañas,
sombras que se aletargan y se alejan
alcanza mi deseo.
Todo lo cubre mi avidez de niebla.

V
ACANTILADA MI OBSESIÓN TE BUSCA.
A oscuras eres
púrpura, lima, beige,
magenta, trigo u ocre.
Mas no lo sé:
fue la imaginación lo que tú fuiste a ciegas.

VI
QUÉ AUSTERO EL ESCALARTE LA SILUETA:
un árbol de follaje estremecido
y oscuridad nos mece y nos incendia.

VII
AHORA ESCUCHO TU OMBLIGO,
su leve remolino de agua lenta.
Pongo el oído en tu piel transparente,
y el curso de tu sangre con imágenes,
como un arroyo blanda,
como la noria oscura,
murmura y se desliza ante mis ojos.

¿Me has escuchado? Duermes.

Se borra el espejismo. Ahora contempla
que el pulso de tu sexo y de mi sexo
se derrumban después del paraíso.

VIII
BROTAS NACIENTE HOGUERA
Ay te agreden mis yemas como tigres minúsculos
en el rico durazno de tus brazos.
Tú al rescoldo recibes
como un leño incendiado mi violento tributo.

IX
ASCIENDO TUS SUSPIROS COMO LAS ALTAS CUMBRES
y me injerto con ellos.
Y el gozo alucinante roe nuestra explosión.
Estas caricias vertiginosas se hunden
y al abrazo que abrasa crepitamos.
Un terremoto anuncia los derrumbes,
salvaje trepadora hasta el gemido,
y te poseo.
Y las llamas azules nos consumen.

Sunday, November 05, 2006

Te Extraño.


Te extraño. No tienes idea de cuanto te extraño, extraño tu voz, tu forma de mirarme, tu sonrisa, tu boca, tus manos, toda te extraño.

En ocasiones me da rabia conmigo misma por no poder dejar de extrañarte. Me molesta sobre manera estos días previos a mi periodo en que las hormonas me traicionan y no puedo dejar de pensar en ti. ¿Por qué me acostumbraste a esa largas noches de amor entre tus brazos? ¿Por qué me acostumbraste tanto a tus besos? ¿Por qué dime, no puedo olvidar tus manos recorriendo mi piel? No puedo aunque intento no recordar la forma en que me amabas. En como me llevabas al éxtasis para después acurrucarme entre tus brazos y dormirme recargada entre tus pechos mientras susurrabas dulcemente que era tuya.

Te extraño, extraño tu sexo rozando mis caderas, tus manos en mis senos, que hacían florecer la rosa de mi aureola. Extraño tu dedos jugando con mi pelo. Caramba como te Extraño.

LilaN

Nov 2006